16 de noviembre de 2010

Catálogo de las habilidades de Hefesto


Hefesto (Vulcano para los romanos) es considerado en la mitología griega como el dios del fuego y la forja, así como de los herreros, artesanos y escultores.
Se dice que era bastante feo, que era cojo y que estaba lisiado.
Su apariencia física demuestra que tenía arsenicosis (envenamiento crónico de arsénico que provoca cojera y cáncer de piel). Esta enfermedad era bastante común entre los herreros, ya que en la Edad Media se usaba bronce para la fragua, el cual poseía arsénico.
Se le representa normalmente en su taller trabajando los metales con sus ayudantes, los Cíclopes. A veces se le representa con un mazo incandescente en la mano, en su taller, trabajando los metales con sus ayudantes, los Cíclopes.
Se cuenta que la Fragua de Vulcano se hallaba en el volcán Stromboli, muy activo y en continua erupción. Sería en este lugar donde Hefesto, después de ser expulsado del Olimpo, decide establecer su hogar y su fragua dentro de una ígnea caverna.
Según La Ilíada, Hefesto fue arrojado del olimpo por su madre Hera, ya que ésta se arrepentía de haberle dado a luz. Cayó durante nueve días y nueve noches hasta que aterrizó en el mar, donde dos diosas (Tetis y Eurínome) lo recogieron y criaron en una gruta submarina, donde llegó a convertirse en un maestro artesano.
Otra versión, también narrada en La Ilíada (más común) se dice que Hera disputaba con Zeus acerca de Heracles y Hefesto salió a defender a su madre, pero Zeus lo cogió por un pie y lo tiró del Olimpo. Hefesto estuvo cayendo un día entero, hasta que aterrizar en la isla de Lemnos, donde quedó moribundo. Un pueblo tracio (los Sintios) lo recogieron y reanimaron, pero quedando cojo de por vida.
Hefesto buscaba venganza, así que tras fabricar varios objetos para los dioses (tronos de oro) construyó uno de diamante para Hera, quien se sentó y se quedó pegada, siendo incapaz de levantarse. Los dioses rogaron la vuelta de Hefesto, pero éste se negó, ya que le guardaba rencor por haberle expulsado. Pero Dioniso, quien gozaba de la confianza de Hefesto lo embriagó y lo trajo de vuelta al Olimpo montado en un asno y, una vez allí la desató.
Hefesto se casó con Afrodita, la diosa de la belleza, y forjó para ella un cinturón que la hacía aún más irresistible a los ojos de los hombres, pero, sin embargo, Afrodita tenía un amante: Ares, el dios de la guerra. Helios, el sol, los descubrió y se lo contó a Hefesto, quien tejió una red de plata invisible en la que atrapó a los dos amantes. Hefesto llamó a todos los dioses para que se burlasen de ellos y no los desató hasta que prometieran terminar su romance, pero escaparon en cuantos fueron liberados.




1 comentario:

Virginia dijo...

Ana,no has expiclado en qué consiste la habilidad manual de Hefesto, cuáles son los objetos que elabora o edificios que construye.
No hay referentes.