1 de febrero de 2011

El catasterismo de Orión

Ahora ya sabréis todos lo que es un catasterismo, la transformación que convierte a un personaje mitológico en una estrella o constelación (el significado de este cultismo es “colocado entre las estrellas”). Con ésto los griegos facilitaban la observación del cielo y explicaban algunas transformaciones mitológicas en las que, a modo de homenaje, los personajes ascendían al firmamento.

Voy a explicar el catasterismo de Orión contando una de tantas versiones sobre su mito. Se trata de un gigante muy hábil en la caza que nació de forma bastante escatológica, cuando su padre Hirieo recibió la visita de Zeus, Hermes y Poseidón sin saber su condición de dioses. El anciano les ofreció su único buey para comer, y en agradecimiento le concedieron un deseo, que él decidió que sería el de ser padre. Para éso los dioses orinaron en la piel del buey y le dijeron que la enterrase, porque a los nueve meses tendría lo que les pidió. Y así se hizo; con el paso del tiempo Orión se convirtió en un excelente cazador y se enamoró de la hija del rey Enopión de Quíos, Mérope. Para que se celebrase la boda su suegro le pidió que matase a todos los animales salvajes de su isla, hecho que el gigante cumplió, pero sin recibir su recompensa, porque Enopión afirmaba seguir oyendo lobos y osos. Ante esta situación se emborrachó y ofreció a Mérope huir con él, pero al verlo en ese estado se asustó y gritó, de modo que el rey llamó a los sátiros a que lo emborrachasen y finalmente le sacó los ojos cuando cayó al suelo. Tras vagar ciego un tiempo, Helios le devolvió la vista, de forma que pudo volver a Quíos a vengarse de Enopión, a quien no pudo encontrar porque se había escondido. Buscándolo por Creta se encontró con Artemisa (con quien compartía la habilidad de caza) enamorándose ésta de él. Apolo sintió muchos celos de Orión y le envió un escorpión enorme para que lo matase, pero no pudo conseguirlo porque el cazador escapó a nado tras ver que no podía vencerlo, así que el dios del sol desafió a Artemis a que acertase con su arco a un punto que divisaron en el mar, lejos de la costa, algo que no le supuso ninguna dificultad. No tardó en saber que era el gigante al que amaba, con lo que decidió elevarlo al cielo convertido en constelación.


Aprovecho para hacer promoción de una de mis bandas favoritas que tiene una canción instrumental con el mismo nombre porque mientras la componían el sonido les recordaba a algo grandioso como Orión.


2 comentarios:

Jaume dijo...

Y como, por estúpido, no me enteré de que ya había un borrador con el mismo tema voy a hacer otro post.

Virginia dijo...

Hay que ser más avispado, así es la vida!!!No eres el único al que le ha pasado esto.
Lo bueno es que leeremos otra historia tuya.