Fedra en la mitología griega era la hija de Minos, rey de Creta, la esposa de Teseo y hermana de Ariadna. Cuando Fedra ve por primera vez a Hipólito, fruto del matrimonio anterior de Teseo con la reina Hipólita, se enamora perdidamente de él. Hipólito, rechaza las insinuaciones de Fedra por respeto a su padre y por castidad. Preocupada ella porque Hipólito pudiera contar lo ocurrido a Teseo, debido a su virtud y su sinceridad, lo acusó a su padre de haber intentado violarla. El rey, irritado y en cólera, pidió ayuda a Poseidón, que intentando remediar la situación, envió una bestia marina que espantó a los caballos de Hipólito, y éste, arrastrado por ellos murió ahorcado entre las riendas. Más tarde, Fedra, colmada por la culpa, decide suicidarse.
En su obra Heroidas, Ovidio se sirve del mito de Fedra en la Epístola IV: Fedra a Hipólito, una de las 21 cartas escritas supuestamente por personajes femeninos de la mitología griega.
Según mi punto de vista la lectura de las Heroidas nos proporciona una especie de placer y enseñanza. Fedra aparece aquí como una mujer angustiada, una mujer que, contra las leyes de la ciudad, contra su interes propio y el de los suyos, se deja llevar por sus sentimientos y se expone al castigo de Teseo y al desprecio de Hípolito.
La epístola, dirigida a Hipólito, comienza con un saludo y a partir de allí, Fedra va mostrando sus sentimientos: dice que ha intentado hablarle pero el pudor le impedia hacerlo; ahora el amor la obliga; el amor es un sentimiento más fuerte y más violento que el pudor; lo dice claramente en los versos 11 y 12:
'' Quidquid Amor iussit, non est contemnere tutum''
''Cuanto Amor ha mandado es arriesgado desobedecerlo''
''Regnat et in dominos ius habet ille deos''
''Reina él e incluso ejerce sus derechos sobre los poderosos dioses''
Fedra no romperá los lazos que la ligan a Teseo; su honor y su fama siempre permanecerán intactas:
''Fama, uelim quaeras, crimine nostra uacat''
''mi fama, me gustaría que lo preguntaras, está libre de mancha''
Hípolito conservará también su fama, pero los dos serán culpables:
''Tú recogerás la nueva ofrenda de mi fama aún conservada, y juntos tú y yo seremos culpables''
El amor de Fedra hacia el joven está por encima de todo :
''si Juno me concediera a su hermano y esposo,
me parece que pondría a Hipólito por delante de Júpiter''
Ahora le atraen de modo extraordinario las aficiones de su hijastro: ir entre las fieras, guiar a los caballos, animar a los perros de caza:
''siento impulsos de irme entre las fieras salvajes''
Recuerda las desgracias de su família causadas por el amor: aparece el destino fatal que ha afectado a su madre y a su hermana. Venus desde que fue delatada por el Sol, que dió a conocer a Vulcano los amores con Marte, es enemiga de toda su familia; les trata mal en todo lo que se refiere al amor. Además de todo esto, es una sola casa, la casa de Teseo, la que ha seducido a dos hermanas. Fedra sigue las leyes de su familia. Aparece así en el poema:
''el hijo de Teseo Y Teseo se han apoderado de las dos hermanas: ¡levantad dos trofeos a costa de nuestra familia''
Más tarde, Fedra recuerda cómo conoció a Hipólito. Se nos cuenta en el poema que al conocerlo por primera vez en los Misterios de Eleusis, dado que Hipólito no vivía con su padre en Atenas, se enamoró locamente de él; el amor de fijó en sus huesos:
''entonces fue- y también antes, pese a todo- cuando me gustaste: un fuerte amor quedó clavado en lo profundo de mis huesos''.
Todo lo que él hace le agrada a ella:
''si empuñas la flexible lanza con tu brazo fornido...o si sostienes el venablo de cornejo de ancho hierro..., todo lo que haces agrada a mis ojos''.
Quiere persuadirle de que además de la caza se dedique al amor:
''el arco si nunca dajas de tensarlo de aflojará''.
Para persuadirle acude a ejemplos de otros personajes; le recueda a Céfalo y Aurora: ''Céfalo era famoso en el bosque y muchos animales habían caído... y con todo no se entregaba a disgusto al amor de Aurora: la diosa, con buen gusto, se iba junto a él de lado de su anciano esposo'' a Atalanta y a Meleagro: ''el hijo de Eneo se abrasó por la menalia Atalanta: posee ella los despojos de la fiera como prenda de amor''; a Venus y Adonis: ''muchas veces bajo las encinas una hierba cualquiera acogió a Venus y al hijo de Cíniras, los dos reclinados''.
A continuación aparecen una serie de reproches hacia Teseo: Fedra será la conpañera de Hipólito: ''Teseo ha preferido, si no negamos lo evidente, a Piritoo antes que a Fedra y a Piritoo antes que a ti''; Teseo es el verdadero responsable de todo: ''no ego tollenti causa, sed ille fuit''
Llega a rogar a Hipólito como suplicant:''vencida te suplico y tiendo mis brazos de reina a tus rodillas: ningún enamorado ve lo que es o no decente'' y dice que la nobleza yace bajo el amor: ''mi nobleza se rinde ante el amor'', le ruega que tenga compasión de sus antepasados:''¡si no tienes compasión de mí, tenla de los míos!''.
Y, perdidamente anamorada, todo se lo ofrece a Hipólito: ''que todo mi reino sirva a mi querido Hipólito''; queda confiada pensando que su madre pudo consequir a un toro y ''serás tú más cruel que un toro salvaje''.
Las lágrimas también aparecen en el poema:''acompaño estos ruegos también con lágrimas: ¡escucha las palabras de una suplicante e imagina que estás viendo mis lágrimas!''
Además de las Heroidas de Ovidio, los personajes de Fedra e Hipólito aparecen reflajados en el pasaje del libro XV de la Metamorfosis, también de Ovidio, donde Hipólito trata de consolar a Egeria y para ello le cuenta su desgraciada historia. El personaje de Hipólito aparece también en Eurípides y el de Fedra en Séneca, obras que difieren en el tratamiento en diversas ocasiones respecto de las obras de Ovidio.
Buscando en la tradición clásica de la literatura occidental he encontrado varios poemas que aluden al mito de Fedra, y tratan de describir el pesonaje, su dolor, su angustia, su pasión y sus sentimientos.
En este primero de Lucia Angélica Folino se pueden observar algunos de estos rasgos que caracterizan a Fedra:
Fedra
Ho ogni furia d´amore...
Ho ogni furia d´amore...
Racine.
Sola ante mí misma,
Impropiamente desnuda,
seca y astillada en piel,
desalbergada
en trazos del tiempo fenecido,
microscópica,
almacenada
en la infausta turbulencia de los años,
segmentada dentro de un orden,
exangüe y fragmentaria en la arrogancia,
subrogada en tiranías umbrosas,
cursi hipopótamo anónimo,
escéptica,
resumen crucial
de novelista deplorable
y trituradora de asquerosidades mundanas,
escalpelo del bosquejo,
hilacha de perezas y furores,
padeciente de injurias denostadas,
con mi santo y seña a cuestas,
centinela imperdonable,
remolona que se condena
centinela imperdonable,
remolona que se condena
en enredaderas liliputienses,
incognoscible, suicida,
bravía a tumbos,
edificio en ruinas con visillos de mal gusto,
incognoscible, suicida,
bravía a tumbos,
edificio en ruinas con visillos de mal gusto,
doblegado sauce llorón,
quebradiza, demudada,
heme aquí, como Fedra, sola.
quebradiza, demudada,
heme aquí, como Fedra, sola.
Lucía Angelica Folino
Poema perteneciente al libro: Acuario plateado por la luna, 2008
En en este poema podemos observar que la propia autora se compara a si misma con el personaje de Fedra, utilizando una serie de adjetivos que sirven para conectar su estado emocional con el personaje de Fedra.
Empieza el poema diciendo que se encuentra ''sola'' y ''desnuda'', su piel está ''seca'' y ''astillada'' por el paso del tiempo, se describe como novelista ''deplorable'' como ''padeciente'' de los males, ''suicida'' y acaba el poema, volviendo otra vez al principio, diciendo que se encuentra ''sola'' como Fedra. De entre estos adjetivos el que más refleja al personaje de Fedra es: ''SOLA'' porque, debido a su amor, Teseo la castiga e Hipólito la desprecia, quedánsose completamente sola.
En este segundo aparece tanto la personalidad de Fedra como la de Hipólito:
Fedra
Profunda, intensa inclinación lasciva,
para el adolescente nimio juego;
cómo abrasa a mis años este fuego,
nunca como hoy tan lúbrica y tan viva.
Ignora el joven mi pasión furtiva,
y si audaz la propongo o se la entrego,
no indiferente, hostil queda a mi ruego,
rasgando mi alma su actitud esquiva.
Vástago de mi esposo, no hijo mío:
Me has incendiado y permaneces frío,
deshonrada me siento, aún sin rozarte.
Mi cuerpo por el tuyo va gimiendo
cuando el camino de la muerte emprendo,
amor estéril, sin jamás gozarte.
Francisco Alvarez Hidalgo, 21 de octubre de 1999 ''LUMINARIAS''
Este poema está escrito en primera persona y es Fedra quien habla a Hipólito: Aparece su intenso deseo de ser amada, más ''viva'' que nunca; en cambio Hipólito es presentado como ingorante, '' hostil'', con una actitud indiferente, ''frio'', y aún así, el deseo de amor de Fedra hacia Hipólito es tan grande que dice que se siente ''deshonrada'' aún sin haber disfrutado del su amor. Su cuerpo llora por el de Hipólito, y dice que va a morir pues nunca gozará de su amor...nos da a entender que es inútil seguir luchando.
Los poemas que he escrito intentando describir a Fedra son:
Al ver tus ojos frios
Cuando te vi, me acariciaste
con la mirada,
me gustaste.
Pero aquella vez no fue en vano,
temblé, como aquella
muerte olvidada.
Mi inocente pensamiento
no entendía,
esa llegada tuya tan tardia.
Pese a todo, al pasar el tiempo
soñé con tu llegada hasta
el olimpo...
Pero nunca llegaste y me destrozaste.
Te fuiste,
ya no supe lo que era sentirte,
...quererte.
Algo se me fue cuando te fuiste,
y locamente me perdí en la mañana acelerante.
Sentí clavado en el pecho el corazón,
y te perdí.
Asumo mi culpa con angustía y con ardor
que llace dentro de mi interior.
Y aunque nunca pude comprender
aquella sensación: ¡ no tiene futuro nuestra relación !
Intento comprender este dolor
que está presente en lo más hondo del error.
No dejaré así nuestro final,
iré contigo hasta la infinidad.
con la mirada,
me gustaste.
Pero aquella vez no fue en vano,
temblé, como aquella
muerte olvidada.
Mi inocente pensamiento
no entendía,
esa llegada tuya tan tardia.
Pese a todo, al pasar el tiempo
soñé con tu llegada hasta
el olimpo...
Pero nunca llegaste y me destrozaste.
Lamentos de Fedra por la muerte de Hipólito
Te fuiste,
ya no supe lo que era sentirte,
...quererte.
Algo se me fue cuando te fuiste,
y locamente me perdí en la mañana acelerante.
Sentí clavado en el pecho el corazón,
y te perdí.
Asumo mi culpa con angustía y con ardor
que llace dentro de mi interior.
Y aunque nunca pude comprender
aquella sensación: ¡ no tiene futuro nuestra relación !
Intento comprender este dolor
que está presente en lo más hondo del error.
No dejaré así nuestro final,
iré contigo hasta la infinidad.
A continuación os dejo la grabación de uno de ellos:
2 comentarios:
Enhoabuena, Carmen, se nota que has trabajado mucho tu personaje.
Respecto a los poemas que has buscado, el primero resulta más complejo de analizar, pero el 2º es perfecto. Más fácil, desde nuestro punto de vista. Muy bien que hayas visto la oposición semántica señalada mediante adjetivos y sustantivos que distinguen el estado emocional y actitud de los dos personajes que protagonizan la historia amorosa.
Realmente este poema ha sido una buena elección `por tu parte.
Respecto a los tuyos, me parce que tenemos en clase una futura poeta.
Son buenos, se nota que te gusta la poesía.
Muy bien, Carmen.
Hubiera estado bien que te hubiera dado tiempo de leer algo en la tragedia de Eurípides, así hubieras podido contrastar tratamientos distintos de un mito en diferentes autores clásicos.
De todos modos, buen trabajo.
Gracias.
Después de muchos años, encuentro esta entrada tuya con mi poema Fedra y el soneto del fallecido Frankalva y me emociona saber que fue leído, interpretado, e incorporado a un trabajo -supongo que actoral-. También he leído con placer tu reseña y tus poemas.
Muchas gracias, desde Buenos Aires, Argentina, confinada como tú en cuarentena.
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