Poema de Theodore de Van Ville:
Cuando sintió por la tremenda herida
Escapársele sangre, vida y alma,
Al cielo dirigió Pentesilea
Los fieros ojos, que encendió la audacia,
Y los cerró por siempre. Los guerreros
Apoyando su frente altiva y pálida,
A la tienda de Aquiles la llevaron.
Desprendiéronle el casco en que ondulaba
Aun el penacho que en la lid el viento
Sacudía gallardo; la coraza
Quitáronle también, y tan purpúrea
Como brilla al abrir una granada
Su rojo fondo, apareció en el blanco
Femenil seno la espantosa llaga.
En sus labios la cólera aun hervía;
Y como en espumosa catarata
El desbordado río se despeña,
Así, sobre sus hombros y su espalda,
Cayó en revueltos bucles esparcida
Su negra cabellera ensangrentada.
¡Oh Pentesilea de hermoso pecho!,
mil batallas lucharia
por placer en tu lecho
como luce tu sasira.
Tú retaste a la muerte,
al hombre de ligeros pies
y cuchilla amenazante.
Te llevó a la Estigia,
a buen seguro te conduciría
donde los guerreros, a los Elisios.
1 comentario:
No entiendo la palabra "sasira"; ¿puedes explicarla, o es un fallo?
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