EL CARPE DIEM
Carpe diem es una expresión latina que traducida al castellano significa “aprovecha el día”. Como su propio nombre indica, este tópico literario consiste en la invitación a disfrutar del presente despreocupándonos del futuro.
De normal, el tópico del carpe diem aparece acompañado de otros tópicos como, por ejemplo, el tempus fugit que trata de la fugacidad del tiempo y en consecuencia a su disfrute. El tema de la fugacidad de la vida es uno de los más viejos de la literatura universal y se consideran dos tipos de tratamiento del tema asociados con dos corrientes filosóficas: la primera es el estoicismo ya que ésta es una reflexión sobre la brevedad de la vida y de lo absurdo que es el intento de obtención de poder o riqueza puesto que la muerte se aproxima y llega de improvisto. Por este motivo se debe disfrutar de lo que se tiene durante cada momento; la segunda corriente es el epicureísmo que ante la brevedad de la vida, se intenta gozar de los placeres de ésta mientras dure.
Carpe diem es una expresión latina que traducida al castellano significa “aprovecha el día”. Como su propio nombre indica, este tópico literario consiste en la invitación a disfrutar del presente despreocupándonos del futuro.
De normal, el tópico del carpe diem aparece acompañado de otros tópicos como, por ejemplo, el tempus fugit que trata de la fugacidad del tiempo y en consecuencia a su disfrute. El tema de la fugacidad de la vida es uno de los más viejos de la literatura universal y se consideran dos tipos de tratamiento del tema asociados con dos corrientes filosóficas: la primera es el estoicismo ya que ésta es una reflexión sobre la brevedad de la vida y de lo absurdo que es el intento de obtención de poder o riqueza puesto que la muerte se aproxima y llega de improvisto. Por este motivo se debe disfrutar de lo que se tiene durante cada momento; la segunda corriente es el epicureísmo que ante la brevedad de la vida, se intenta gozar de los placeres de ésta mientras dure.
El origen del carpe diem lo encontramos en Horacio (Odas, I, 11, 7-8):
dum loquimur, fugerit invida aetas:
carpe diem, quam minimum credula postero.
Mientras hablamos, huye el envidioso tiempo.
Aprovecha el día, y no confíes lo más mínimo en el mañana.
El hombre renacentista no veía la vida como un lugar de tránsito hacia el cielo, como se pensaba en la época medieval, sino que piensa que el mundo es un buen lugar para disfrutarlo así que procura “aprovechar el día” antes que la vejez y la muerte acaben con el gozo de vivir. Un claro ejemplo de poeta renacentista es Garcilaso de la Vega (1501-1536) en cuyo soneto XXIII apreciamos la representación del Carpe diem sobre todo en los últimos ocho versos.
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.
Más tarde, en el Barroco, Luís de Góngora (1561-1627) escribió un poema dónde esa invitación a gozar de las alegrías de la juventud mientras duren perece teñina también con la angustia del paso inexorable del tiempo y la cercanía de la muerte.
Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello.
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o víola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Pero este tópico no solo aparece en literatura, también lo vemos adaptado a la música. Un buen ejemplo es el del cantautor-poeta Joan Manuel Serrat en su canción Hoy puede ser un gran día.
Hoy puede ser un gran día,
plantéatelo así,
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.
Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.
No consientas que se esfume,
asómate y consume la vida a granel.
hoy puede ser un gran día,
dúro con él.
Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.
Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol,
y no dosifiques los placeres,
si puedes, derróchalos.
Si la rutina te aplasta
dile que ya basta de mediocridad,
hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.
Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar.
Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para tí,
no lo míres desde la ventana
y siéntate al festín.
Pelea por lo que quieres
y no desesperes si algo no anda bien,
Hoy puede ser un gran día,
y mañana también!
También hay otras canciones que nos invitan a aprovechar el momento:
Canción optimista, INDRAS
Cambiemos nuestra forma de vivir,
vivamos sin pensar qué pasará,
miremos al mañana sin oir,
las voces deprimentes,
gritando en nuestra mente.
Sabemos que el mal rollo hoy no vendrá,
pasamos de saber el qué diran,
un tipo inteligente disfruta lo que tiene,
y trata de buscar felicidad.
Hoy todo vuelve a sonreir
ya lo estás logrando
no hay momentos malos
y nada vuelve a ser igual
mi canción optimista
suena sin prisas
te miro y encuentro el sentido de la vida.
Cerremos hoy los ojos al sentir,
que el universo gira entre tú y yo,
millones de personas pueden ser,
un bloque de energía,
latiendo en sintonía.
El tiempo es un regalo sin abrir
la historia la que tú quieras contar
el juego del destino fue elegir
tus ojos de repente,
brillando entre la gente.
Hoy todo vuelve a sonreir
ya lo estás logrando
no hay momentos malos
y nada vuelve a ser igual
mi canción optimista
suena sin prisas
te miro y encuentro el sentido de la vida.
ya lo estás logrando
no hay momentos malos
y nada vuelve a ser igual
mi canción optimista
suena sin prisas
te miro y encuentro el sentido de la vida.
Y finalmente en el séptimo arte también observamos la representación del carpe diem en películas como la adaptación al cine de la novela romántica de Nicholas Sparks, Un paseo para recordar.
Landon es un chico muy popular en su instituto y Jamie una adolescente muy modosita, hija del párroco del pueblo. Acausa de un trabajo de clase, ambos estudian juntos a escondidas porque a Landon le da vergüenza que le vean con ella. En poco tiempo esa vergüenza se convierte en amor. Jamie tiene leucemia y sabe que morirá pronto por eso desde el principio le repite constantemente a Landon que no se enamore de ella. Jamie le confiesa a Landon que tiene una lista secreta de deseos y le cuenta todos menos el primero de todos. Los dos estan muy enamorados y Jamie decide contarle a Landon lo de su enfermedad porque va empeorando por momentos. La reacción de éste es hacer que se cumplan todos los deseos que Jamie tiene en su lista. Una vez cumplidos todavia faltaba uno, el más especial, Jamie decide congtarselo y Landon lo hace realidad: casarse el mismo día que sus padres en la misma iglesia. Finalmente ella muere y el cada primavera recuerda ese amor fugáz pero muy intenso que vivió en el instituto.
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