Este díptico está compuesto por las alas exteriores cerradas del famoso tríptico de El Bosco El Jardín de las delícias. Es la representación del tercer día de la creación reflejada en el Génesis de la Biblia.
El Génesis explica la creación del mundo como un capricho de Dios: Dios creó el mundo en siete días. Por eso en el cuadro hay dos citas bíblcas en latín: la de la izquierda dice Ipse dixit et facta sunt, es decir, "Lo dijo y se hicieron" y el de la derecha dice Ipse mandavit et creata sunt, es decir "El mandó y fue creado".
Esta explicación es muy distinta de la cosmogonia griega, pero también intenta otorgar un papel a cada una de las cosas necesarias o importantes para los humanos, en definitiva, intenta explicar todo su mundo.
El Bosco representa el mundo dentro de una bola de cristal, que representa la fragilidad del universo.
Esta bola, hace que esta pintura del mundo evoque en nosotros la imagen de la Tierra que conocemos: hoy, gracias a las nuevas tecnologías, todos podemos saber que la tierra es redonda y hemos visto fotos. Sin embargo, en aquella época se pensaba que la tierra era plana, por lo que la verdadera intención del Bosco no es representar la forma de la Tierra, sino el Universo que la envuelve y su fragilidad al pintarla como cristal.
Cuando abrimos el díptico encontramos El Jardín de las delicias:
Su parte izquierda representa la creación del Hombre y la Mujer (Adán y Eva).
En la parte central se representa la lujuria y la parte derecha es un reflejo del infierno, que se correspondería con el Hades griego.
Esta pintura es un reflejo más del Génesis bíblico, lo que demuestra la importancia y la influencia que ha tenido la religión católica durante mucho tiempo en toda Europa, influjo que sigue teniendo.
Es probable que, pictóricamente, encontremos principalmente reflejos de la idea cristiana de la creación del mundo, directamente sacados del Génesis.
3 comentarios:
Este cuadro lo podremos ver en El Prado la semana que viene.
Sí, lo sé. Por eso lo elegí de entre varios.
Este es uno de mis cuadros favoritos. También tuve el placer de verlo en el museo de Prado. ¡Es precioso!
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