10 de marzo de 2011

Beatus Ille

Beatus ille es el nombre en latín de un tópico literario cuya traducción en castellano es “feliz aquél...” con lo que
se empieza un poema generalmente de alabanza a la sobriedad, belleza y sencillez de la vida rural frente a los
problemas que conlleva vivir en la ciudad, ya notables
en la antigüedad clásica. Podría decirse que fue el poeta
latino Horacio quien creó este tópico, utilizándolo en uno de sus Epodos, sus obras más satíricas, como crítica a
elementos de la sociedad romana que le eran incómodos: usureros, nuevos ricos, hechiceras... De esta forma se
exponen, según el autor, las ventajas del campo y el bien que le comporta, lo que contribuye, en cierto modo, a
purificar su alma. Por otro lado se enumera todo aquello perteneciente a la ciudad que causa hastío y desagrado.


Éste tópico ha dado lugar a referentes actuales y más antiguos. El Renacimiento toma como modelo la cultura
griega y romana, por lo que se puede afirmar claramente que el Epodo de Horacio sirvió en su día como modelo
a Fray Luis de León, Fray Antonio de Guevara y a otros autores renacentistas que se inspiraron en los tópicos
clásicos. En la actualidad los tópicos se manifiestan en di
versos ámbitos, a veces pasando desapercibidos.
Un ejemplo del que estoy tratando lo encuentro en la película Gorilas en la niebla; basada en hechos reales,
sobre la científica estadounidense Diane Fossey, que pasó 22 años en África estudiando los gorilas. No sólo
supone el abandono de la vida urbana para establecerse
en un mundo totalmente distinto a pleno contacto con
la naturaleza, sino también el máximo compromiso con ésta, motivo que la llevó a ser asesinada. Está claro que
ella no pensaba en el poema de Horacio cuando se fue a vivir
a África, pero cumple el ideal que proclamó el
poeta.
Trailer:





He encontrado también una importante novela homónima: Beatus Ille de Antonio Muñoz Molin. El título hace
referencia a un libro que no llegó a ser publicado por un poeta de la generación del 27 asesinado en los años 40.
un estudiante se encarga de hacer una tesis sobre dicho poeta, para lo que debe ir a un pequeño pueblo de dónde
éste era oriundo.



Encuentro un referente más explícito en esta canción de Joanjo Bosk, que también tiene como título Beatus Ille y
sus letras pueden formar perfectamente un poema acorde con el tópico.





Sortós qui sense seny ha travessat el mar
i ha conegut el món de l'una banda a l'altra;
qui obeint el seu vent se n'anava a l'atzar,
que és el millor país per als cors sense mare.

Sortós qui com un foll i en un rapte de vol
feia néixer els seus cants del fons de les entranyes;
qui estimava pels ulls com si no tingués cor
i es deixava estimar si tant li demanaven…

Sortós qui com un déu s'ha embriagat d'amor
i d'un llit qualsevol ha somogut les aigües
i ha sentit el seu cos llevar-se com un sol
dels llençols de la nit espessos d'abraçades…

Sortós qui com un rei que donés els seus béns
se n'anava a captar, perdut i sense pàtria,
i tastava la vida en qualsevol indret,
collida pels camins, amb gust de rels amargues…

Qui sol i sense rems i en un mar procel·lós
s'alçurava en el cant sobre la creta blava
i a la gorja del vent ofegava la por
i sabia esbandir els odis amb rialles… [...]





Y aquí dejo mi propio poema del que recomiendo su lectura y no su escucha (la voz del tipo que lo recita puede
causar sordera irreversible).


Qué felicidad de abandonar
los horrores de la ciudad,
será mejor ir a meditar
aislado de la urbana impiedad.

Sin contaminación están nuestros parques
ello nos lo demuestra nuestra alcaldesa,
mejor que en la vida rural te embarques
para que el humo no te haga su presa;

suciedad, ruido y delincuencia,
si sigo, el listado nunca cesa
pero aquí aún hago presencia,
la vida así, demasiado pesa.

Olvídate de selectivos,
del estrés y otros problemas,
ya jamás seremos cautivos
del consumismo y sus emblemas.

Aspiro yo a la serenidad
a huir de esta selva de coches
a criar borregos en soledad
alejado de tantos fantoches.

Con penosa métrica te invito
a vivir cultivando olivos,
a huir de un mundo maldito
y de ambientes tan repulsivos.

En un caserío perdido
apartado de tanto griterío,
en el campo habré revivido
oyendo el fluir de un río.

Cada día se trabaja duro
pero ello a nadie machaca,
te lo diré en un futuro:
allí nunca huele a cloaca.

1 comentario:

Virginia dijo...

Muy buen trabajo en conjunto, Jaume. Enhorabuena!!
Tu poema encarna perfectamente el tópico.Estupendo. Por cierto, el audio está muy bien. Tantos temores para grabar, y ¡mira! te ha salido muy bien.