26 de octubre de 2008

La escritura desde Mesopotamia hasta Iran

Hola a todos los vistantes del blog "Entre clásicos y modernos" en el que trabajamos los alumnos del Serpis.
A continuación les explicaré como ha ido avanzando la escritura Oriental desde la antigua Mesopotamia hasta la actual Iran. Espero que lo disfrutéis.
Todo comenzó con la escritura cuneiforme que empezó a utilizarse aproximadamente en el 3000 a.C y cayó en el desuso en el siglo I d.C.. Parece ser que el primer pueblo que lo inventó y utilizó fue Sumeria y la utilizaron, de este modo, para escribir la lengua sumeria. A la derecha de sus pantallas puden ver un ejemplo de la escritura sumeria. Como podrán comprobar, esta tipo escritura se hacía sobre arcilla con líneas rectas. Los sumerios se ayudaban de un
punzón para hacer las líneas sobre la arcilla Postriormente (y esto es muy importante) esta escritura se adaptó al acadio.Y digo que esto es muy importante debido a que el acadio era una lngua de intercambio entre los diferentes pueblos de la zona y de esta forma se fue difundiendo por toda esa franja y estudiándose en las escuelas. De esta manera la escritura cuneiforme llegó a Asia Menor, Siria, Persia e incluso se llegó a utilizar en Egipto para algunos textos diplomáticos. Se usó además como forma de escritura de las lenguas que se hablaban en esas zonas, y no sólo para usos internacionales, por eso se escribieron con ella otros idiomas, como el hurrita del norte de Mesopotamia, Siria y Asia Menor, el eblaita de Siria, el hitita, el luvio, el palaico y el ático, que se hablaron en Anatolia y Asia Menor, el urartio, también conocido como vánico, de Armenia y el elamita de Persia. Por otro lado, se desarrollaron nuevos sistemas de escritura, que empleaban las cuñas como formas básicas para sus caracteres, pero que diferían de las formas babilónicas tanto en las configuraciones como en el uso estricto de ellas. Tales sistemas dieron lugar en Siria a la aparición de la escritura ugra de la lengua ugra, una lengua semítica, y en Persia a la aparición de la escritura persa que representó el persa arcaico desarrollado en el periodo aqueménida (del 550 a.C. al 330 a.C.).Con el paso del tiempo se empezaron a usar pictogramas y para ello (como antes he señalado) se inventó un nuevo punzón bastante afilado. En un primer momento cada signo sólo representaba una palabra. Pero como había palabras que no se podían expresar por medio de un pictograma, se representaron con los de otros objetos que los recordaban (por ejemplo, bien por medio de una estrella, estar de pie o ir por medio de un pie) y así ciertos símbolos representaban más de una palabra. Cabe destacar también que la mayoría de las palabras sumerias eran monosilábicas y, por lo tanto, estos signos se tomaron como simples sílabas sin tener en cuenta su significado original. Los símbolos que tenían más de una lectura, como palabras y como ideogramas, también adquirieron el valor de sílabas. Por eso, con tantas lecturas fueron polisémicos, o polífonos. Junto a esto hay que tener en cuenta que el sumerio es un idioma con bastantes palabras de sonido parecido o igual, es decir, había muchos símbolos homónimos. Una vez desarrollado completamente, el sistema cuneiforme posee más de 600 signos. A lo largo de su existencia, el sistema era una mezcla de ideogramas y sílabas. Cuando se aplicaba a una lengua diferente, los ideogramas se podían emplear, porque se entendían al representar objetos. Con el tiempo, se empezó a plantear la simplificación de la escritura cuneiforme y la reducción de signos polisémicos para reducir la ambigüedad. Y así se dio un paso importante hacia la escritura alfabética donde cada signo tenía un sólo sonido llegando así al persa antiguo. Nadie sospechó el significado de las cuñas cuando los primeros viajeros que descubrieron unas ruinas encontraron en ellas escrituras cuneiformes, especialmente en las ruinas de la ciudad de Persépolis que estuvo en lo que hoy es Irán. Pietro della Valle, un viajero italiano, en el año 1621 dio cuenta de la existencia de una inscripción de 413 líneas que había en la pared de una montaña en Behistun, al oeste de Persia y copió algunos signos. En 1674 un mercader francés llamado Jean Chardin publicó grupos completos de caracteres cuneiformes y se dio cuenta de que las inscripciones aparecían siempre en series de tres formas paralelas. El primer progreso real en aras a descifrar la roca de Behistun lo realizó Carsten Niebuhr, un alemán que formaba parte de una expedición científica danesa a Oriente Próximo entre 1761 y 1767. Tuvo el acierto de pensar que la triple inscripción había que transcribirla como un único texto que estuviera escrito bajo tres tipos distintos de escrituras, aunque fueran desconocidas, y en 1777 publicó la primera copia correcta de la inscripción de Behistun. Aquella gran inscripción trilingüe de Darío I rey de Persia estaba escrita en caracteres cuneiformes en tres idiomas: persa, elamita (antes llamado lengua de Susa) y babilonio. Esos sistemas de escritura fueron los que emplearon los reyes de Persia de la dinastía Aqueménida para conseguir que sus normas legales fueran conocidas por las tres naciones que dominaban. La escritura del persa en caracteres cuneiformes fue la primera que se descifró. A la derecha pueden ver la inscripción del rey Darío I en Behistun (Iran). La escritura cuneiforme persa la primera que se logró descifrar y fue a cargo del francés Eugène Burnouf. Además esta esta escritura es la más sencilla de todas las cuneiformes ya que disponía de sólo 36 signos y se escribía de izquierda a derecha. De esta manera se puede afirmar que era una escritura casi alfabética aunque poseía algunos signos silábicos. También presentaba la innovación de tener un signo que servía para dividir palabras. Esta escritura tan avanzada se utilizó solamente desde el 550 a.C hasta el 330 a.C. El texto más reciente que se ha encontrado es del reinado de Artajerjes del 340a.C.. La escritura del elamita en caracteres cuneiformes suele recibir el nombre de segunda forma, porque aparece en segundo lugar en las inscripciones trilingües de los reyes aqueménidas. Quien primero intentó descifrarla fue el orientalista danés Neils Ludvig Westergaard en 1844. A la hora de traducirla, fue de gran importancia el hecho de que estuviera repetida palabra a palabra en las inscripciones trilingües, porque no sirvió de ayuda ninguna lengua conocida, moderna ni muerta. Contiene 96 signos silábicos, 16 ideogramas y 5 determinativos. Los caracteres del elamita están bastante claros, aunque haya dudas en el caso de unas cuantas palabras. La versión babilónica del texto de Behistun se descifró gracias al trabajo conjunto del orientalista francés Jules Opert, el orientalista irlandés Edward Hincks, el arqueólogo francés L. Fréderick Joseph Caignart de Saulcy y Rawlinson. La lengua escrita bajo este tercer sistema cuneiforme presentó una gran similitud con los dialectos semíticos que eran ya muy conocidos, hecho decisivo a la hora de descifrarla. Las inscripciones de Behistun fueron la primera pista, pero se sabe que el babilonio empleó escritura cuneiforme 2.000 años antes de que se grabara la piedra de Behistun. Se han encontrado muchos testimonios muy antiguos bajo escritura cuneiforme en Babilonia, Nínive y otros lugares cerca de los ríos Tigris y Éufrates. Se grababa en sellos, cilindros, piedras, obeliscos, estatuas y en las paredes de los palacios.
El orientalista estadounidense George Aaron Bartonin lo demostró en 1913 en su obra Origen y desarrollo de la escritura babilónica, que presentaba una colección de 288 pictogramas pertenecientes a las inscripciones cuneiformes más tempranas y fijaba su evolución. Según Bartonin, los primeros signos se dibujaron siguiendo el cuerpo humano y sus partes; luego mamíferos, pájaros, insectos, peces... En excavaciones en Warka (Irak) en 1931 se han encontrado los restos de escritura en arcilla más antiguos con pictogramas. La trancripción de esta escritura ha ayudado mucho a conocer la historia de Asiria, Babilonia y Persia. El Código de Hammurabi, con sus caracteres cuneiformes, es uno de los monumentos más importantes que nos ha dejado la antigüedad precristiana. Las inscripciones que se descubrieron en 1929, gracias a las excavaciones francesas en Ras Shamra al norte de Siria, han demostrado que sus caracteres cuneiformes correspondían a un alfabeto consonántico.
Ahora que ya he explicado la historia de la escritura cuneiforme persa, pasaré a la evolución de la actual escritura utilizada en Iran.
La llegada del Islam a Irán coincide con el tercer periodo de la lengua perteneciente al persa contemporáneo o farsi darí y que se utilizaba en todo el imperio persa de aquel periodo correspondiente a la extensión comprendida desde el río Tigris, al oeste de Irán, hasta el valle de Send y Kashqar, al este de Irán y desde los pies de las montañas del Cáucaso, al norte y hasta las orillas del golfo Pérsico y el mar de Omán. Es la lengua oficial actual de Irán pero es hablada por más de ochenta millones de personas de origen iraní y no iraní. Además de estas lenguas, existen otras que se siguen empleando en el presente y que han evolucionado a la par de los movimientos históricos, aumentando su empleo o subdividiéndose en diversos dialectos. El farsi es la lengua oficial y actual de Irán que es la rama principal de las lenguas iranias. También es la lengua oficial en Afganistán y en Tayikistán en su variedad tayika y es usada por numerosos persaparlantes en Uzbekistán, Turkmenistán y Azerbaiyán.
Tras la llegada del Islam a Irán, la lengua persa comenzó un nuevo periodo muy diferente en el que se utilizó el alfabeto árabe. Este espacio de tiempo fue conocido como “periodo farsi darí” y este tipo de escritura es conocida entre los iraníes como darí. Según algunos investigadores el alfabeto árabe de origen arameo fue usado por primera vez por los nabateos que tenían su capital establecida en Petra, una de las ciudades fronterizas entre el antiguo imperio persa y el romano localizada en la Jordania actual. En el siglo III d.C se independizó de convirtiéndose en un derivado del arameo. Posteriormente se desarrolló una nueva escritura "Sinaí" a la que los nabateos añadieron 6 consonantes. El "farsi" actual ha añadido otras 4 consonantes completando así un alfabeto de 32 consonantes, 4 más que el árabe.
He aquí una puerta de bronce con la figura de Zoroastra, un aristocráta que fue de los primeros en escribir textos religiosos y que posteriormente en Persia se le convertiría en una divinidad, en un Dios único del Zoroastrismo y que en la actualidad sigue teniendo practicantes.

3 comentarios:

Virginia dijo...

Bueno Amin, me alegro mucho de que tú también te hallas estrenado y lo hayas hecho volviendo la mirada a tu tradición cultural árabe.
Permíteme varios consejos:
-si el contenido resulta largo, puedes hacer dos o tres posts; es lo mismo , pero más ameno.
-recuerda que el editor de textos tiene un corrector ortográfico, y también puedes preguntarme a mí cualquier duda que tengas.
-recuerda que te van a leer otras personas , así que procura hacer una exposición más clara; puedes destacar nombres con negrita; separar parágrafos...

Acabas de empezar en ésto, no sabes cuanto me alegra que estés en el grupo!!

Anónimo dijo...

Virginia de mi alma, es 'hayas', subjuntivo de haber, y no 'hallas' subjuntivo de hallar. Es todo

Virginia dijo...

Vaya, sí que es grave la falta ortográfica. Lo siento mucho. Gracias por el aviso. La verdad es que a veces ya no sé ni cómo escribo. Desde luego nada lo justifica.
Aviso para todos: en la primera línea de mi comentario hay una falta ortográfica injustificable: "HALLAS ESTRENADO". Amablemente una persona me la ha hecho ver.
Lo siento, y gracias.